Káťa Kabanová /Katja Kabanowa

Acto I

La maestra Váňa Kudrjaš se encuentra a orillas del río Volga, perdida en su belleza. Su contemplación es interrumpida por dos hombres. A pesar de que es domingo, Dikoj está ocupado regañando a su sobrino Boris por su pereza. Una vez que su tío se ha ido, Boris le explica a Kudrjaš que su tío controla su herencia; hasta los 21 años está completamente en su poder. Luego, Boris le confiesa un secreto a su amigo: se ha enamorado de Káťa Kabanová, la esposa del comerciante borracho Tichon.

En ese momento aparece la familia Kabanová, que regresa de la iglesia a casa. La viuda Kabanicha reprende a su hijo Tichon por descuidar a su madre y sus deberes en favor de su joven esposa. Tanto Káťa como Tichon intentan aplacarla, pero sólo la inflaman aún más.

A solas con Varvara, la hija adoptiva de la familia, Káťa habla de su infancia, una época de paz y libertad. Anhela volver a encontrar esa libertad e incluso se ha imaginado teniendo un amante. Tichon los interrumpe: se va por negocios y debe despedirse. Antes de irse, su madre Kabanicha insiste en que le dé instrucciones a su esposa sobre cómo comportarse. De mala gana, Tichon obedece y su esposa lo abraza cuando se marcha.

Acto II

Kabanicha le reprocha a Káťa: ¿por qué no puede mostrar el dolor adecuado por la ausencia de su marido? Después de que Kabanicha se va, Varvara le dice a Káťa que ha robado la llave de la puerta del jardín. Ella planea encontrarse allí con su amante Kudrjaš esa noche y espera que Káťa también venga y conozca a Boris. Al principio duda, Káťa finalmente acepta.

Esa noche, mientras Dikoj, borracho, retoza en secreto con Kabanicha, Varvara y Kudrjaš acuden a su cita. Se dirigen juntos al río y dejan solos a Boris y Káťa. Boris declara su amor y, después de cierta resistencia, Káťa le corresponde. Los cuatro amantes comparten sus abrazos finales antes de que las dos mujeres regresen al interior.

Acto III

Unos días más tarde, Kudrjaš y su amigo Kuligin se ven atrapados en una repentina y violenta tormenta. Al refugiarse en un edificio en ruinas, pronto se les unen otros habitantes del pueblo. Mientras que el joven profesor científico sólo ve electricidad en el poder de la tormenta, para el supersticioso Dikoj es la ira de Dios.

La lluvia comienza a amainar y, justo cuando todos se están dispersando, aparece Káťa, fuera de sí. Tichon ha regresado y ella está abrumada por el peso de su culpa. Frente a todos, ella le confiesa su infidelidad antes de huir hacia la tormenta.

Varvara y Kudrjaš hacen planes para huir juntos a Moscú, mientras Tichon busca impotente a su esposa. Káťa, deambulando salvajemente junto al río, se encuentra con Boris. Se abrazan, pero él le dice que debe irse inmediatamente por orden de su tío. Cuando se da cuenta de que no puede ir con él, Káťa se arroja al río: no le queda nada por qué vivir. Su cadáver es recuperado del río. Tichon, desconsolado, se arroja sobre el cuerpo de Káťa, mientras Kabanicha agradece fríamente a sus vecinos por su ayuda.

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